Exprimí los cítricos y retirá la cáscara del mango para obtener la pulpa.
Llevá toda la fruta a una licuadora o procesador de alimentos (con la miel si has decidido incluirla) y procesá hasta que quede una crema suave y uniforme.
Verté la mezcla en un recipiente y llevalo al freezer durante aproximadamente 6 horas. Mezclá con una cuchara de vez en cuando para que no se solidifique demasiado.
Una vez que alcance la consistencia deseada, ¡sacalo del freezer y servilo! Decoralo con hojitas de menta para darle más frescura.